Las fuentes de agua dulce están reduciendo su tamaño y calidad. La escasez de agua es alarmante.
Mendoza es un desierto y su futuro depende del buen uso, cuidado, justa distribución y mejor aprovechamiento del agua. Los mendocinos sabemos desde pequeños que el agua es un bien escaso, indispensable e insustituible y también tenemos noción que el agua no solo se utiliza para el establecimiento humano sino también para nuestra agricultura e industria
Actualmente no solo no  estamos cuidando nuestro patrimonio hídrico, sino que la estamos dilapidando.
Para seguir creciendo como sociedad y mejorar nuestra calidad de vida debemos cuidar el agua en nuestros hábitos diarios.
El mejor aprovechamiento y el uso racional es una tarea critica que requiere la colaboración de cada uno de nosotros. También es fundamental la búsqueda de soluciones.
Tener acceso al agua es un derecho reconocido como elemental por la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Convención de los Derechos del Niño.